Soy de la nueva especie de ser humano creada por la historia contemporánea, que es metida en campos de concentración por sus enemigos y en campos de internamiento por sus amigos.
Las soluciones totalitarias pueden muy bien sobrevivir a la caída de los regímenes totalitarios bajo la forma de fuertes tentaciones, que surgirán allí donde parezca imposible aliviar la miseria política, social o económica.
Lo más grave en el caso Eichmann era precisamente que hubo muchos hombres como él, y que estos hombres no fueron pervertidos ni sádicos, sino que fueron, y siguen siendo, terroríficamente normales.
[…] la única característica específica que uno podía detectar en su pasado y también en su conducta durante el juicio y los interrogatorios policiales previos era algo completamente negativo: no era estupidez, sino una curiosa, y verdaderamente auténtica, incapacidad para pensar.
Hannah Arendt
Ya ha pasado un año desde que comenzó la pesadilla de la pandemia y a pesar de que parece que hay luz al final del túnel, esa luz solo es para quienes pueden pagar la factura… ¡no hemos aprendido nada! Seguimos sin comprender que el virus solo tiene una víctima, la especie humana, y que hasta que el último de nosotros y nosotras esté vacunado no habremos solucionado nada (esperemos que nuestras vacunas sean eficaces contra las nuevas mutaciones del virus que irán apareciendo a lo largo del planeta, especialmente en aquellos países que no pueden pagar la “factura de la luz”), pues nuestras admiradas farmacéuticas siguen manteniendo las patentes de forma privada y están logrando el negocio del siglo, esperemos que no del milenio. Y todo ello avalado por nuestra clase política, pues la cuestión no es “solucionemos primero el urgentísimo problema que está causando tanto dolor, y después hablaremos de recompensas”, no, lo primero es lo primero… ¿qué hay de lo mío? Estamos perdiendo la oportunidad de reflexionar sobre el rumbo que están tomando nuestras sociedades y nuestras vidas, en un momento histórico que ha puesto al descubierto las debilidades de las “sociedades ricas” y del sistema económico y político, estamos perdiendo la oportunidad de cambiar el estado de las cosas.
Y si la situación sanitaria es crítica, tras ella vendrá la económica, y veremos más sufrimiento, pues como en crisis anteriores, en primer lugar recuperemos lo perdido, beneficios incluidos, y después hablaremos de empleo y de condiciones laborales. Y en estas es donde las mujeres salen más perjudicadas. Veamos algunos datos aparecidos en la prensa recientemente: según el Foro de Davos, que dista mucho de ser considerado un agente revolucionario y transgresor, un antisistema, en un solo año de pandemia, la paridad (que incluye tanto la participación política y económica, como los niveles de salud y educación y ha sido analizada en 156 países), que pronosticaban para dentro de 99,5 años, se va a hacer esperar 135,6 años ¿Alguna mujer está dispuesta a esperar casi un siglo y medio para lograr la igualdad? Y eso suponiendo, cosa difícil de creer, que no sobrevengan nuevas crisis que la retrasen aún más. Hay 740 millones de mujeres en el mundo que trabajan en la economía informal que durante el primer mes de pandemia vieron disminuir sus ingresos en un 60%. En cuanto al trabajo doméstico, el 72%, de los que el 80% son mujeres, ha perdido su empleo. En general, del total de mujeres trabajadoras, el 5% ha perdido su trabajo frente al 3,9% de hombres (además de tardar más tiempo en recuperar un nuevo empleo). En algunos países las llamadas a teléfonos de asistencia por maltrato han aumentado un 400%; en el nuestro algunos de los recursos destinados a la salud sexual han sido desviados a otros problemas a causa de la pandemia, y además la violencia machista ha aumentado. El omnipresente teletrabajo ha venido a aumentar la precaria situación de conciliación de las mujeres, y durante el confinamiento fue aún peor. Las mujeres, al ser mayoría en el ámbito sanitario, son las que más posibilidades tienen de contagiarse con el virus. Pero en el conocimiento tampoco parece que haya mejoría, pues según un informe de la Fundación Gates en el que analizaba la situación en varios países, las mujeres, que también son mayoría en titulaciones universitarias, y especialmente en el ámbito relacionado con la salud, fueron citadas como expertas tres veces menos que sus iguales hombres… ¿hemos de continuar?
Pero parece que los problemas nunca vienen solos, y para muestra un par de ejemplos: Turquía abandona el Convenio de Estambul, que precisamente se firmó en Turquía, en lo que parece una jugada electoralista de Erdoğan que necesita los votos de los sectores más conservadores y reaccionarios ¡Negociando con los derechos de las mujeres! Nuestra solidaridad con todas las mujeres turcas. Pero no es necesario viajar tan lejos, y aquí viene el segundo ejemplo, en España el movimiento feminista se encuentra en un momento tenso, con graves discusiones en su seno. Es cierto que en cualquier movimiento político y social de gran envergadura, como es el caso del feminismo, son normales, incluso sanas para su desarrollo, las discusiones internas y las perspectivas diferentes, las distintas formas de enfrentarse a los retos y de encarar la lucha igualitaria, pero lo que no es “normal”, incluso es muy preocupante, son las declaraciones aparecidas en la prensa en los últimos meses, donde hemos sido testigos de salidas de tono, insultos, griterío, descalificaciones de todo tipo, algunas de ellas personales… entre feministas. ¡Qué tristeza! ¡Dando cartuchos al enemigo, el patriarcado!
Aprovechemos lo único positivo que nos está enseñando esta pandemia, que todos los seres humanos somos igual de vulnerables y que una sociedad distinta es posible y necesaria, una sociedad igualitaria, solidaria y libre… donde las mujeres ocupen el lugar que legítimamente les corresponde.
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Con el número 4 inauguramos el Año II de nuestra revista, con nuevas secciones y colaboraciones. Hemos decidido dar más protagonismo a nuestros exalumnos y exalumnas, por lo que presentamos nuevas secciones, más especializadas, en la que nuestros colaboradores/as publicarán un artículo relacionado con los estudios realizados (o en curso) en la Universidad. Hasta el momento, nuestros “fichajes” son Natalia González Vargas en Periodismo, Leopoldo García Beneito en Política, Andrea Perdomo García en Ciencia y Yaiza Fanelli Galán en Arte. Además, tenemos nuevas incorporaciones en LAS artistas que, junto a nuestras artistas habituales, Yaiza Fanelli, Dácil Hernández Olivero (con Ilustraciones, portadas y cómic) y Elena Jiménez Gómez, nos regalarán su arte: Carmela Melania Rodilla Merino, Cristina Arce Castro (que también participa en Relatos) y Ana Sofía Casillas Fernández. Además tenemos otra nueva incorporación en la sección de Poemas, Keila González Rodríguez. Y seguimos manteniendo las secciones de Filosofía (dedicando cada número a una filósofa), Sociología (donde seguiremos publicando extractos de las investigaciones de nuestro Equipo Candela) y Cine y Literatura (a cargo de las mujeres del CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise). ¡A todos y todas ellas, muchísimas gracias!
Esperamos que les gusten los cambios y los disfruten. Mucha suerte, y más salud, para todos y todas.
NUESTRAS COLABORADORAS/AS:
- ARTÍCULOS
Leopoldo García Beneito
Andrea Perdomo García
Natalia González Vargas
Yaiza Fanelli Galán
Equipo de Investigación de "Las mujeres. La revolución siempre pendiente"
RELATOS Y POEMAS
Cristina Arce Castro
Keila González Rodríguez
ILUSTRACIONES
Elena Jiménez Gómez
Carmela Melania Rodilla Merino
Yaiza Fanelli Galán
Ana Sofía Casillas Fernández
Dácil Hernández Olivero
Cristina Arce Castro
CINE Y LITERATURA
CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise