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Francisco Pérez López

Actualizado: 15 abr 2021




Soy de la nueva especie de ser humano creada por la historia contemporánea, que es metida en campos de concentración por sus enemigos y en campos de internamiento por sus amigos.


Las soluciones totalitarias pueden muy bien sobrevivir a la caída de los regímenes totalitarios bajo la forma de fuertes tentaciones, que surgirán allí donde parezca imposible aliviar la miseria política, social o económica.


Lo más grave en el caso Eichmann era precisamente que hubo muchos hombres como él, y que estos hombres no fueron pervertidos ni sádicos, sino que fueron, y siguen siendo, terroríficamente normales.


[…] la única característica específica que uno podía detectar en su pasado y también en su conducta durante el juicio y los interrogatorios policiales previos era algo completamente negativo: no era estupidez, sino una curiosa, y verdaderamente auténtica, incapacidad para pensar.

Hannah Arendt


Ya ha pasado un año desde que comenzó la pesadilla de la pandemia y a pesar de que parece que hay luz al final del túnel, esa luz solo es para quienes pueden pagar la factura… ¡no hemos aprendido nada! Seguimos sin comprender que el virus solo tiene una víctima, la especie humana, y que hasta que el último de nosotros y nosotras esté vacunado no habremos solucionado nada (esperemos que nuestras vacunas sean eficaces contra las nuevas mutaciones del virus que irán apareciendo a lo largo del planeta, especialmente en aquellos países que no pueden pagar la “factura de la luz”), pues nuestras admiradas farmacéuticas siguen manteniendo las patentes de forma privada y están logrando el negocio del siglo, esperemos que no del milenio. Y todo ello avalado por nuestra clase política, pues la cuestión no es “solucionemos primero el urgentísimo problema que está causando tanto dolor, y después hablaremos de recompensas”, no, lo primero es lo primero… ¿qué hay de lo mío? Estamos perdiendo la oportunidad de reflexionar sobre el rumbo que están tomando nuestras sociedades y nuestras vidas, en un momento histórico que ha puesto al descubierto las debilidades de las “sociedades ricas” y del sistema económico y político, estamos perdiendo la oportunidad de cambiar el estado de las cosas.

Y si la situación sanitaria es crítica, tras ella vendrá la económica, y veremos más sufrimiento, pues como en crisis anteriores, en primer lugar recuperemos lo perdido, beneficios incluidos, y después hablaremos de empleo y de condiciones laborales. Y en estas es donde las mujeres salen más perjudicadas. Veamos algunos datos aparecidos en la prensa recientemente: según el Foro de Davos, que dista mucho de ser considerado un agente revolucionario y transgresor, un antisistema, en un solo año de pandemia, la paridad (que incluye tanto la participación política y económica, como los niveles de salud y educación y ha sido analizada en 156 países), que pronosticaban para dentro de 99,5 años, se va a hacer esperar 135,6 años ¿Alguna mujer está dispuesta a esperar casi un siglo y medio para lograr la igualdad? Y eso suponiendo, cosa difícil de creer, que no sobrevengan nuevas crisis que la retrasen aún más. Hay 740 millones de mujeres en el mundo que trabajan en la economía informal que durante el primer mes de pandemia vieron disminuir sus ingresos en un 60%. En cuanto al trabajo doméstico, el 72%, de los que el 80% son mujeres, ha perdido su empleo. En general, del total de mujeres trabajadoras, el 5% ha perdido su trabajo frente al 3,9% de hombres (además de tardar más tiempo en recuperar un nuevo empleo). En algunos países las llamadas a teléfonos de asistencia por maltrato han aumentado un 400%; en el nuestro algunos de los recursos destinados a la salud sexual han sido desviados a otros problemas a causa de la pandemia, y además la violencia machista ha aumentado. El omnipresente teletrabajo ha venido a aumentar la precaria situación de conciliación de las mujeres, y durante el confinamiento fue aún peor. Las mujeres, al ser mayoría en el ámbito sanitario, son las que más posibilidades tienen de contagiarse con el virus. Pero en el conocimiento tampoco parece que haya mejoría, pues según un informe de la Fundación Gates en el que analizaba la situación en varios países, las mujeres, que también son mayoría en titulaciones universitarias, y especialmente en el ámbito relacionado con la salud, fueron citadas como expertas tres veces menos que sus iguales hombres… ¿hemos de continuar?

Pero parece que los problemas nunca vienen solos, y para muestra un par de ejemplos: Turquía abandona el Convenio de Estambul, que precisamente se firmó en Turquía, en lo que parece una jugada electoralista de Erdoğan que necesita los votos de los sectores más conservadores y reaccionarios ¡Negociando con los derechos de las mujeres! Nuestra solidaridad con todas las mujeres turcas. Pero no es necesario viajar tan lejos, y aquí viene el segundo ejemplo, en España el movimiento feminista se encuentra en un momento tenso, con graves discusiones en su seno. Es cierto que en cualquier movimiento político y social de gran envergadura, como es el caso del feminismo, son normales, incluso sanas para su desarrollo, las discusiones internas y las perspectivas diferentes, las distintas formas de enfrentarse a los retos y de encarar la lucha igualitaria, pero lo que no es “normal”, incluso es muy preocupante, son las declaraciones aparecidas en la prensa en los últimos meses, donde hemos sido testigos de salidas de tono, insultos, griterío, descalificaciones de todo tipo, algunas de ellas personales… entre feministas. ¡Qué tristeza! ¡Dando cartuchos al enemigo, el patriarcado!

Aprovechemos lo único positivo que nos está enseñando esta pandemia, que todos los seres humanos somos igual de vulnerables y que una sociedad distinta es posible y necesaria, una sociedad igualitaria, solidaria y libre… donde las mujeres ocupen el lugar que legítimamente les corresponde.


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Con el número 4 inauguramos el Año II de nuestra revista, con nuevas secciones y colaboraciones. Hemos decidido dar más protagonismo a nuestros exalumnos y exalumnas, por lo que presentamos nuevas secciones, más especializadas, en la que nuestros colaboradores/as publicarán un artículo relacionado con los estudios realizados (o en curso) en la Universidad. Hasta el momento, nuestros “fichajes” son Natalia González Vargas en Periodismo, Leopoldo García Beneito en Política, Andrea Perdomo García en Ciencia y Yaiza Fanelli Galán en Arte. Además, tenemos nuevas incorporaciones en LAS artistas que, junto a nuestras artistas habituales, Yaiza Fanelli, Dácil Hernández Olivero (con Ilustraciones, portadas y cómic) y Elena Jiménez Gómez, nos regalarán su arte: Carmela Melania Rodilla Merino, Cristina Arce Castro (que también participa en Relatos) y Ana Sofía Casillas Fernández. Además tenemos otra nueva incorporación en la sección de Poemas, Keila González Rodríguez. Y seguimos manteniendo las secciones de Filosofía (dedicando cada número a una filósofa), Sociología (donde seguiremos publicando extractos de las investigaciones de nuestro Equipo Candela) y Cine y Literatura (a cargo de las mujeres del CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise). ¡A todos y todas ellas, muchísimas gracias!

Esperamos que les gusten los cambios y los disfruten. Mucha suerte, y más salud, para todos y todas.


NUESTRAS COLABORADORAS/AS:


- ARTÍCULOS


Leopoldo García Beneito



Andrea Perdomo García



Natalia González Vargas



Yaiza Fanelli Galán



Equipo de Investigación de "Las mujeres. La revolución siempre pendiente"



RELATOS Y POEMAS



Cristina Arce Castro



Keila González Rodríguez




ILUSTRACIONES



Elena Jiménez Gómez



Carmela Melania Rodilla Merino



Yaiza Fanelli Galán



Ana Sofía Casillas Fernández



Dácil Hernández Olivero



Cristina Arce Castro



CINE Y LITERATURA


CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise



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Francisco Pérez López

Actualizado: 15 abr 2021









“…quien ve un semejante en todo ser humano, y sufre por sus penas y se regocija con sus goces, es quien debe escribir sus memorias cuando se ha encontrado en situación de recoger observaciones…”


“Y es sólo con palpables verdades, con hechos irrecusables, con lo que se puede esperar influir en la opinión pública. ¡Que las mujeres cuya vida ha sido atormentada por grandes infortunios hagan hablar sus dolores! Que expongan las desgracias sufridas como consecuencia de la posición que les ha deparado las leyes y los prejuicios que las enca­denan; pero que hablen…”


“Reclamo derechos para la mujer porque estoy convencida de que todas las desgracias del mundo provienen de este olvido y desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer”


Flora Tristán



¡Ya estamos de vuelta! Desde la salida del último número de la revista, en abril, hasta esta última edición, ya casi al comienzo del nuevo año, hemos sido testigos de escenas lamentables, de dolor y desesperación, en hombres y mujeres de todo el planeta. Por ello, queremos dedicar este número a quienes nos dejaron y a sus familias y amistades, su dolor es nuestro dolor. Y también a todos aquellos y aquellas que se han quedado sin empleo y sin recursos, o que temen diariamente por ellos, también su dolor es el nuestro. La llegada de la pandemia ha puesto de manifiesto que nuestros sistemas políticos, en realidad el neoliberalismo (del sistema económico, la “voz de su amo”, mejor no hablar), son incapaces de cuidar de forma rápida y efectiva de todos sus ciudadanos y ciudadanas, de dar una respuesta a las demandas más urgentes y desesperadas de la ciudadanía.

Es cierto que nadie sabía nada (en realidad se nos estaba advirtiendo desde hace años de esta posibilidad, busquen información en revistas científicas especializadas y verán cómo entran en cólera), al menos nadie sabía cómo se debía actuar ante este virus desconocido, pero el tiempo ha ido pasando y a la única conclusión a la que parece que se ha llegado es a dar unas “ayudas” económicas para pasar el “bache” y después… vuelta a lo mismo, a lo que teníamos, a la ¿”normalidad”?

Uno de los deseos más repetidos desde que empezó esta catástrofe mundial ha sido, y lo sigue siendo, “queremos volver a la normalidad, a lo que teníamos antes”, y la pregunta es ¿a lo que teníamos antes? No es necesario revisar las hemerotecas para saber “cómo estábamos antes”, pues hace apenas un año que empezó todo, pero en cualquier caso, los titulares de los medios nos contaban las migraciones masivas por todo el mundo, con ingente pérdida de vidas en el trayecto, que la desigualdad había aumentado a cotas nunca conocidas en la historia, que las clases desfavorecidas cada vez lo eran más mientras que los poderosos amasaban fortunas de forma exponencial, con cifras absolutamente pornográficas, nos advertían los científicos/as y algunos movimientos sociales que nos encontrábamos al borde del abismo ecológico, con aumento de temperaturas, cientos de especies en peligro de extinción, desforestaciones, millones de toneladas de basura, deshielo de los polos… todo ello con sus consiguientes repercusiones inmediatas como sequías o lluvias incesantes, ciclones y huracanes o la progresiva subida del nivel del mar; nos advertían que el consumismo descontrolado estaba agotando los recursos, pero mientras una parte del mundo sufría de obesidad y problemas médicos relacionados con una dieta completamente irracional y una vida totalmente sedentaria, la otra parte padecía desnutrición, hambre, epidemias fácilmente solucionables en la parte “rica” del planeta. Tampoco los asesinatos machistas habían desaparecido, las noticias nacionales e internacionales daban escalofríos, mientras veíamos países donde las violaciones en grupo de mujeres y niñas parecían el “deporte nacional”, en nuestros países los malos tratos y el acoso sexual seguían su macabra marcha, también con violaciones en grupo a pesar de las leyes, que parecen impotentes ante la cultura patriarcal asentada en nuestras conciencias desde milenios, ni tampoco se había alcanzado la igualdad sexual efectiva… ¿Volver a lo de antes? ¿En serio?

En las sociedades del Norte rico, donde la ostentación de la riqueza, del consumo desenfrenado, donde a cada segundo se nos ofrece lo último de lo “penúltimo”, pues la rueda del consumo no puede parar, donde se nos decía que “todo era posible”, “que todo se podía tener”, hemos visto cómo el número de muertes alcanzaba cifras escandalosas, cómo los centros hospitalarios no daban abasto para atender a tanto paciente, cómo el personal sanitario estaba trabajando con horarios inacabables y sin un mínimo de seguridad para su salud, cómo nuestros mayores morían en soledad en centros donde se suponía que debían de cuidarles. Hemos conocido también a muchos hombres y mujeres que se han quedado sin empleo, sin una forma de llevar comida a casa, recurriendo en algunos casos a los centros de asistencia (en los que también había colas interminables de personas con los ojos tristes, algunos/as con vergüenza y otros/as con incredulidad, pero todos/as con desesperación). Y durante el periodo de confinamiento, miles de familias sobreviviendo en viviendas minúsculas, hacinados/as día tras día, “soportándose” entre sí (es penoso saber que además la violencia machista no encontró ninguna barrera para seguir su macabra marcha, parece que el virus no le afecta, o lo peor, la hace más fuerte). No podemos dejar que esto se repita, hemos de ser conscientes de que es completamente ridículo vivir en sociedades donde la abundancia es su sello de identidad, pero no poder parar la rueda incesante de la producción, en muchos casos de bienes innecesarios, embrutecedores y antiecológicos, durante unos meses, atendiendo las necesidades de todos y todas, hasta que la pandemia esté controlada ¿dónde está la riqueza? ¿Para cuándo la guardamos? ¿En serio éramos tan ricos? Es muy posible que el origen de esta pandemia se deba a la ocupación de espacios naturales salvajes para satisfacer nuestras “necesidades” de consumo, dejando sin hábitat a muchas especies animales que buscaron su sitio cerca de los humanos, como nos indican algunos científicos y científicas, y todo para poder consumir y mostrar a los demás que somos fieles seguidores del único Dios verdadero, el consumo. ¿Volver a lo de antes?

Es el momento de cambiar, es la hora de buscar una nueva forma de organización sociopolítica, y económica, que ponga la vida de todos y todas como valor central, como el primer derecho inviolable e innegociable, pero de una vida digna, en condiciones. Si algo positivo podemos aprender de esta pandemia es sobre igualdad, pues el virus no ataca a un sexo en concreto, ni ahora parece que a una edad, no pide pasaporte ni mira el color de la piel, no pide nóminas ni rentas, no le importan las creencias ni su ausencia… es decir, es un virus que ataca a una especie, la nuestra, al homo sapiens sapiens, y por lo visto todos y todas somos de la misma especie. Si el virus no distingue por qué nosotros/as sí. Hemos dicho que es el momento del cambio, de buscar una nueva forma de asegurar una convivencia pacífica, libre, igualitaria y solidaria… entre todas las personas del planeta, pues de ello depende nuestra supervivencia. Y en este cambio, los movimientos sociales y ciudadanos tienen mucho que decir, tienen alternativas que deberíamos valorar, llevan décadas difundiéndolas y nunca les hemos dado la menor oportunidad, más allá de pequeños cambios, de “poses en las sociedades del espectáculo”, para que todo siga igual. El ecologismo tiene mucho que decirnos, y deberíamos tomarnos en serio sus advertencias, pero el feminismo también tiene mucho que decir, esta nueva sociedad no puede ser instaurada sin la participación activa de la mitad de sus miembros, ya hemos visto cómo funcionan las propuestas de la otra mitad, es el momento de dar la voz que se merecen, por derecho propio, a las mujeres, de llevar a la práctica sus propuestas, en fin, de tratarlas como lo que son, iguales, seres humanos con los mismos derechos. Es la hora de cambiar, nos va la vida en ello ¿volver a lo de antes? ¿En serio?


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Desde el Equipo Candela y la Revista LAS, queremos dar las gracias a todos y todas las que han participado en este número, a sus profesores y profesoras por coordinar el trabajo, y a los centros participantes, especialmente al IES Teguise y al CEPA Titerroygatra de Arrecife. Y especialmente queremos agradecer de todo corazón y con un fuerte abrazo (cuando esto sea posible) a las exalumnas que siguen trabajando con nuestro equipo a pesar del tiempo pasado, de sus ocupaciones actuales y del momento crítico que atravesamos, a Marta Minguela por su labor de edición en la revista y la coordinación con sus alumnas, y a estas últimas, las mujeres del CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise, sin cuya participación, como viene ocurriendo en todos los números, la Revista LAS no sería posible.



PREMIO MENINA 2020

Con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el Ministerio de Igualad, a propuesta de las Delegaciones de Gobierno hace entrega cada año de los Premios Menina (se trata de unos reconocimientos que desde 2010 se vienen entregando en un acto institucional cada 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) en cada Comunidad Autónoma. El objetivo es reconocer la labor de aquellas personas física, colectivos, entidades e instituciones que destaque o hayan destacado en su contribución a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas y/o a la atención, asistencia, protección y recuperación de las víctimas en su ámbito territorial. La entrega de reconocimientos consiste en otorgar al galardonado/a la una estatuilla que reproduce la imagen de una Menina de Velázquez elaborada por internas de centros penitenciarios. Este reconocimiento tiene un carácter honorífico.

En Canarias, el jurado compuesto por la Delegación del Gobierno/Subdelegación del Gobierno y Direcciones Insulares de la AGE y sus Unidades de Violencia sobre la Mujer, en esta edición, otorga al EQUIPO CANDELA DEL IES TEGUISE el Premio MENINA 2020 por la isla de Lanzarote.

El Equipo Candela, integrado por alumnado de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato, recibe el MENINA 2020 por su informe Las mujeres, la revolución siempre pendiente. Percepciones de género de los/as estudiantes de Bachillerato españoles/as. Este centro educativo constituyó este equipo de alumnos y alumnas en el marco de un programa de enriquecimiento curricular en el curso 2017/2018 y ahora recibe este reconocimiento por su labor realizada dentro de la comunidad educativa, su iniciativa de investigación, el objeto de estudio y la presentación del mismo, así como por la creación de la Revista LAS (Revista Lou Andreas-Salomé). De esta forma, desde la Delegación del Gobierno en Canarias entienden que está contribuyendo "a profundizar en el conocimiento y reflexión de las desigualdades de género y la violencia contra las mujeres".



Desde el Equipo Candela queremos compartir con todos y todas las que habéis hecho posible tanto la investigación como esta revista, este premio es compartido, ya que sin vuestra ayuda no habría sido posible, ni tendría sentido, nuestro trabajo.

Y se lo queremos dedicar a todas las mujeres pasadas, presentes y futuras, de todas las geografías y rincones del planeta. También a nuestro querido compañero y amigo Alejandro Candela a quien siempre llevamos en nuestros recuerdos.
























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Francisco Pérez López

Actualizado: 17 jul 2021











La violencia no es solo matar a otro. Hay violencia cuando usamos una palabra denigrante, cuando hacemos gestos para denigrar a otra persona, cuando obedecemos porque hay miedo. La violencia es mucho más sutil, mucho más profunda

Jiddu Krishnamurti


Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a cualquier mujer sin su consentimiento

Susan Anthony


Calificar a la violencia de género como un ‘asunto de mujeres’, es parte del problema. Da a una enorme cantidad de hombres la excusa perfecta para no prestar atención

Jackson Katz


Ni la tierra, ni las mujeres somos territorio de conquista

Pintada firmada por Mujeres Creando

Una de cada 3 mujeres puede sufrir de abuso y violencia durante su vida. Esto es una abominable violación a los Derechos Humanos, pero continúa siendo una de las pandemias más invisibles y poco conocidas de nuestros tiempos

Nicole Kidman



La discriminación, desigualdad y explotación de las mujeres es, tristemente, una realidad multidimensional, lo podemos apreciar tanto en el empleo y la política como en los trabajos “invisibles” (los cuidados de menores y ancianos/as, las tareas del hogar… la llamada conciliación familiar) y en la imagen que de las mujeres “venden” los medios de comunicación, donde siempre se les exige que estén espléndidas, delgadas, arregladas, maquilladas, jóvenes y sexualmente atractivas, y dispuestas, para los hombres. Pero de todas las discriminaciones, la más lamentable, odiosa y triste es, sin duda alguna, la violencia machista, la cual también es multidimensional, puede ser económica, psicológica, sexual o física, se puede sufrir en el hogar, la calle, el puesto de trabajo… en realidad en todo espacio social, público o privado, llegando en casos extremos, y desgraciadamente muy habituales, al asesinato.

En el momento de escribir estas líneas, llevamos un mes y medio “confinados/as”. El día en el que se decretó el “estado de alarma”, una de las primeras imágenes que me vino a la mente fue la de las miles de mujeres maltratadas, las mujeres que sufren la violencia machista en el hogar, que han de convivir, en una situación aún más dura si cabe, encerradas rigurosamente en casa con su agresor, sin la más mínima posibilidad de perderlo de vista ni un minuto. A esto hay que añadir que, en cualquier caso, esta situación es difícil para todos y todas, pues repercute seriamente en el estado psicológico para todas y todos, lo cual agrava sin duda la actitud violenta de los agresores. Recuerdo una escena de la magnífica película de Itziar Bollaín, Te doy mis ojos, en la que el maltratador (Luis Tosar) asiste a una terapia en la que el psicólogo le recomienda que cuando le asalte la ira y esté a punto de agredir a su esposa (Laia Marull), debe salir de casa ¡Tiempo fuera! Le recomienda el terapeuta. Pero ¿Y en esta situación de confinamiento con quién descargará la ira acumulada semana tras semana, día tras día, hora tras hora, el maltratador? ¿¡Tiempo fuera!? Estas mujeres necesitan de la ayuda de todos y todas ¡YA! Necesitan una salida urgente a su situación.

Los datos oficiales, decimos oficiales porque somos muy conscientes de que la realidad es mucho más grave de lo que aparece en la prensa, nos muestran un aterrador incremento de la violencia machista en el hogar (también contra los/as menores). En la primera quincena de abril, en España se registró un aumento del 47,3% en las llamadas al Servicio de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género (016), con un total de 4.042 consultas, 1.298 más que en el mismo periodo de 2019. En el caso de Canarias, son 51 mujeres las que han sido atendidas desde el inicio de la “cuarentena”.

Por todo ello, el tema de la violencia machista contra las mujeres es, para eCIS, el tema más urgente, el que necesita una solución de emergencia que acabe con una situación que consideramos intolerable, pues una sociedad que se considera “civilizada”, que defiende los Derechos Humanos y que enarbola la bandera de la libertad y la igualdad, siga manteniendo en situación de alerta, pánico y miedo constante a la mitad de sus miembros, en este caso a las mujeres, no es la sociedad en la que queremos vivir. La violencia sexual, física y psicológica contra las mujeres, bien por la pareja o por desconocidos, ha alcanzado un nivel escandaloso e inaceptable, ratificado tristemente por las estadísticas y, como ya hemos señalado, no son más que la punta del icerberg, ya que la inmensa mayoría de mujeres que ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida, por múltiples razones, no denuncian los hechos antes las autoridades.

Los y las estudiantes de secundaria que participaron en la investigación Las Mujeres. La revolución siempre pendiente que eCIS realizó en 2019, manifestaron, en su inmensa mayoría, su repulsa hacia este tipo de comportamientos agresivos y denigrantes, pero nos hemos encontramos con un pequeño, y preocupante, porcentaje que aún defiende que la actitud de las mujeres debe ser de sumisión y obediencia ante el hombre quien, por supuesto, encarna la autoridad y determinación, que no entiende que muchas actos como controlar los horarios, el móvil, la ropa, las amistades, y lo más llamativo, los gestos y amenazas, sea una actitud machista que humilla, agrede y abusa de las mujeres (los datos sobre la edad a la que comienzan los maltratos en la pareja, al igual que la edad de algunos violadores, son alarmantes).

eCIS cree que es necesaria una legislación, dotada de los fondos que sean necesarios, pues consideramos que es ruin y sociópata “racanear” en este tema, y dice mucho de quien recorta presupuesto en la lucha contra la violencia machista. Una legislación eficaz que no tolere ningún tipo de violencia, que no revictimice a las víctimas, con profesionales con formación en perspectiva de género en todos los ámbitos (policía, justicia, sanidad, asuntos sociales, formación laboral…), y con las ayudas necesarias para que estas mujeres puedan abandonar a su agresor (quien debe acabar en prisión), y rehacer sus vidas en libertad e igualdad, ayudas que les permita tomar sus propias decisiones y llevar las riendas de su propia vida. Pero, también creemos que las leyes por sí mismas no pueden cambiar las mentalidades históricamente arraigadas en la violencia hacia las mujeres, por lo que defendemos que es desde la educación desde donde es posible cambiar las cosas, por eso exigimos la inclusión en los currículos oficiales de una materia troncal sobre igualdad de género y, además, que se siga manteniendo el tratamiento transversal en las demás asignatura como actualmente se hace, o se debería hacer, en todos los centros escolares.

Respecto a la violencia contra las mujeres solo tenemos una cosa que decir ¡Hasta aquí hemos llegado!


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Este segundo número de la Revista LAS es una Edición Especial ya que, debido a las circunstancias actuales, la salida del número 3 la posponemos para el curso que viene. ¡Esperamos que la disfrutéis!

Gracias a todas y todos las/os que han colaborado en la realización de esta Edición Especial. Un abrazo a todas las mujeres del CFGS Promoción de la Igualdad de Género del IES Teguise y a su profesora Marta Minguela, pues su colaboración ha sido fundamental para poder editar la revista, y para las/os exalumnas/os del IES Teguise, que siguen trabajando con nosotras/os a pesar del tiempo transcurrido. Sin olvidarnos, por supuesto, de las/os miembros, actuales y pasados, de eCIS, y de las asociaciones feministas Mararía, Tiemar y la magistrada Gloria Poyatos, por concedernos las entrevistas. Finalmente, pero no menos importante, agradecer a los y las alumnas que participaron en nuestra investigación Las mujeres. La revolución siempre pendiente, y a sus profesoras/as Susana de León del IES Santo Tomás de Aquino (Puerto del Rosario, Fuerteventura), Pilar Estévez del IES Zurbarán (Badajoz) y Carmelo Sánchez del IES César Manrique (Arrecife, Lanzarote), y a las alumnos y alumnas del IES Teguise de Lanzarote.

¡Mucho ánimo a todas/os y hasta la vuelta!










La Revista LAS está elaborada exclusivamente por alumnos y alumnas de Educación Secundaria y por exalumnos/as del IES Teguise que actualmente cursan estudios universitarios.

Director: Francisco Pérez López.

Equipo de edición: Francisco Pérez López, Marta Minguela Rodríguez (profesora del IES Teguise), Marina Cenalmor Minguela, Ana Yi García García, Laura Guirao Ferrer, Dácil Hernández Olivero, Maybritt Langewand, Ava Mena Baumann, Isabel Morales Arcas y Alberto Rodríguez Hernández (miembros de eCIS).

Maquetación: Francisco Pérez López (Dir. eCIS y LAS). Ilustración de portada: Dácil Hernández Olivero. Diseño de portada: Andrea Perdomo García (exalumna del IES Teguise, graduada en Física y estudiante de doctorado en ULL). LAS Mujeres y Antropología: Francisco Pérez López. Investigación: eCIS. Noticia: To Vázquez Vázquez (alumna CFGS Promoción Igualdad de Género, IES Teguise). Entrevista: eCIS. Historias del feminismo y Biografías: Natividad Baltanás Pérez (Amavida), Paula Pérez Ramón y Samira Mimón Ahmed (alumnas CFGS Promoción Igualdad de Género, IES Teguise). Historia de vida: Nuzhat. Relato: Noah Gardachar Marrero (exalumna del IES Teguise y estudiante de Pedagogía y Educación Infantil en UCM). Poemas: Amavida (alumna CFGS Promoción Igualdad de Género, IES Teguise), Natalia González Aguiar (exalumna del IES Teguise, graduada en Pedagogía por ULL) y Lucía Guirao Ferrer (alumna 3º ESO, IES Teguise). Cine: To Vázquez Vázquez y Sonia Fernández Rodríguez (alumnas CFGS Promoción Igualdad de Género, IES Teguise). Literatura: To Vázquez Vázquez y Maite Gorriz Salamanca. Ilustraciones: Dácil Hernández Olivero y Yaiza Fanelli Galán (exalumna del IES Teguise, graduada en Bellas Artes y estudiante de Máster en UCM). Cómic: Dácil Hernández Olivero. Fotografías: Íñigo Morales Arcas (exalumno del IES Teguise y estudiante de Comunicación Audiovisual en UCM) y Yaiza Fanelli. Administradores web: Francisco Pérez López y Pelayo Fernández Padilla (exalumno del IES Teguise y estudiante de Ingeniería Informática en EPI Gijón, Uniovi).



















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